La Entrega

 

Permíteme que tu cóncavo y mi convexo sean una sola pieza.

Que en cada movimiento un ensamble perfecto nos encaje.

Que nuestros cuerpos asfixien cualquier burbuja que se les interponga.

 

Glorioso porvenido cuando estos cuerpos dialogaron para no dejar de comunicarse.

Me miras a ciegas, hablándome con claridad inteligible.

Mis manos se visten con tu desnudez.

Fascinante adivinarte en el recorrido y obedecerte sin chistar.

Me besas «demente» y cuerpo dándome corazón y desatando tu caudal hasta el rebose.

Bebo de ti con sed creciente

Tu gusto recorre mi sangre latiéndome una y otra vez.

Besos vienen y van.

Cada pliegue participa del festín.

Contorsiones me suspiran en torso y dorso «proelongadamente».

Me recibes entre sudores.

Nos venimos en súplica, nos recibimos en profundidad.

Nos entregamos hasta el cansancio.

Seguire escribiendo sobre tu piel para que las palabras no sean viento.

Te retocaré una y otra vez para mantener tu «luzjuria».

 

 gAt