!Santo Cristo! … La Laguna, en el Estado Mérida.

La Laguna del Santo Cristo es una laguna de origen glaciar en el Estado Mérida (Venezuela), ubicada a 3900 msnm. Es la laguna de montaña más grande de Venezuela. La laguna está ubicada en el páramo del Santo Cristo a unos 10 km de distancia desde el pueblo de Gavidia, el cual se encuentra aproximadamente a 30 minutos de Mucuchíes. El recorrido es de unas 4 horas a pie o a caballo, con dificultad baja, y preferiblemente con guía. Sin embargo la altura y la intemperie les pueden jugar una mala pasada.

Fuimos recibidos en La Mucuchache con la cordialidad de los Zerpa, y un pesebre vetusto, a punto de ser desmontado. (No más allá  del miércoles de ceniza). Fue telón de fondo en la Paradura del Niño; la cual se celebra el 27 de enero en La Mucuchache. Aprovechamos para honrar la palabra empeñada: balones y caramelos para los muchachos, y un encargo telefónico para Oscar; nuestro guía y amigo.

Tuvimos la oportunidad de conocer a Berónica; la Hermana de Oscar; la cual también brilla con luz propia. Berónica es la líder de una cooperativa de tejedoras de lana (Seis Pasos Usando mis Manos). Una tradición que no debe perderse. Nos llevó al taller donde nos explicó el proceso desde la oveja hasta el tejido; incluyendo la tusada (esquilada), el lavado, el hilado y el teñido de la lana con tintes naturales y vegetales.

Para acampar y controlar las bestias, Oscar se hizo acompañar por Fermín Sánchez, otro guía excepcional de San Rafael de Mucuchíes, casado con una sobrina. Todo queda en familia.

Entre las bestias se encontraban Palomo, Lobo, Guacharaco y Alazana; la cual llevaba un “encargo” en su vientre. Nosotros lo consideramos una desconsiderada imprudencia con la madre, pero según la sabiduría popular o temeridad, el viaje ayudaría al trabajo de parto. Se portó como una HEMBRA.

De La Mucuchache a Gavidia hay casi dos horas de cabalgata. Para aprovechar la energía de las bestias en las cuestas por venir, las montaron en un camión 350 cubierto de arena para evitar la resbalada, y enlatonado para evitar que alguna pata quedara al vacío y se hicieran daño en la desesperación.

En la vía hacia Gavidia se observan campos destinados al trigo. En esta época solo queda el rastrojo. Sin embargo abundan los sembradíos de zanahoria, papa, ajos y cebollín.

Ya arrancamos. Nos separan casi 4 horas para el destino. El camino está bien delimitado, y siempre acompañados por un sol radiante pero templado.

En la laguna y el camino se pueden pescar truchas. Los guías dejan cordeles, para recogerlos al regreso. Los nuestros usaron como carnada masita de arepa, y a pesar de los pronósticos en contra tuvieron éxito.

El punto más alto del sendero: “El Alto del Santo Cristo” o “El Filo” está a 4200 msnm. Se alcanza luego de 2 horas de camino. Hay una vista excepcional de la Sierra Nevada, con un Pico Bolívar coronado de blanco. Se baja hacia La Laguna por un valle amplio y despejado, sobre un terreno sembrado de piedras. Se puede seguir subiendo hacia el caserío de Las Aranguren. Fuimos testigos de excepción de par de pobladores: una gocha de acero con una niña, montadas ambas sobre sobre la misma mula cargadas a más no poder. Venían con víveres.

La laguna es imponente. Un espejo de agua que refleja las montañas circundantes, y se prolonga hasta un horizonte que se inclina por un despeñadero. Son rocas erosionadas a más no poder, de rocas lavadas por el tiempo y el agua.

Existen dos casitas de piedra (“La posada”) que sirven de refugio. Fueron hechas por los parameros para los parameros y guías. Solo tienen techo, paredes y un piso de tierra. La capacidad es muy limitada. La más grande puede albergar hasta 10 personas. Es por orden de llegada. Nuestros guías se apisaron en el refugio, con unas buenas frazadas. Encendieron su fuego con madera a la mano, nos tostaron unas arepas de trigo rellenas con embutidos y queso ahumado, y prepararon guarapo caliente en un caldero.

Lo recomendable si van a pernoctar es que se lleven su carpa. Aun cuando la mayoría acampa alrededor de La Laguna, nosotros nos establecimos en un plano sobre la misma. Rodeados de brisa, un cielo inmaculado de día y estrellado de noche.

No fue una noche silenciosa. Teníamos como  vecinos los relinches y mugidos de las bestias. Nos sorprendió la cantidad de ganado pastando. ¿De dónde vienen? ¿Que las alimenta en este paramo?

La temperatura puede bajar a menos de cero grados. En la mañana el agua de los riachuelos estaba congelada. Solo nos asomamos al levantar el sol. Desayunamos a la leña, hicimos un  recorrido, recogimos la carpa y arrancamos.

El regreso fue raudo. Alrededor de tres horas. Solo una pequeña parada para recoger los cordeles y la trucha, y una pausa en El Alto para estirar las piernas. Al llegar nos esperaba un hervido con arepa andina, preparado con la sazón de Marlin; la esposa de Oscar. Justo lo necesario para reponer fuerzas.

La noche la pasamos en la cabaña de  “La Mucuchache”.  Una vieja conocida de cuando pernoctamos en el viaje a “El Tisure”. No tiene calefacción, pero ya aprendimos la lección. Siete frazadas encima y bien empiernados.

Ya estamos de regreso. Partimos con nostalgia a las 4 de la mañana para que nos rindiera el camino. No fue sino a las 7 que conseguimos un café, cachapas, y un amanecer llanero tiñendo el cielo de rosas, naranjas y amarillos. En el baño de carretera aún nos esperaba una sorpresa. Una timida ranita de Portuguesa augurándonos un Feliz Viaje y Pronto Regreso. Sus deseos fueron y serán cumplidos. Ya les contare.

Gerardo Antoni Taborda (gAt)

Email: gantonit@gmail.com

Cel: 58-424-1971326

Blog: http://www.gerardoantonitaborda.com

Instagram:  @gatuqueque

Facebook: Gerardo Antoni

Datos, Denuncias y Consideraciones

Cajeros: Los cajeros no son confiables. O no funcionan o no tienen dinero. La situación es común para todos los bancos. Llévense efectivo y cheques como contingencia.

Comida: Antes de las 7 de la mañana es casi imposible conseguir comida. Llévense sus galletitas para apaciguar el hambre. Hasta los baños de carretera los encontramos cerrados.

Buena atención y experiencia en La Dukesa, un poco después de Guanare viniendo desde Mérida. Abren antes de las 7, y además tienen buen surtido de dulces y quesos. Otra recomendación es par de restaurants de carretera que quedan en el pie de monte andino, no más de 10 minutos de salir de Barinitas hacia Mérida. El más conocido es La Llamarada. Hervidos, Carne en vara, ensaladas, cachapas y mucho más. Eso si no tienen punto. Solo efectivo.

Vialidad: El asfalto está bastante bien, al igual que la demarcación y los “ojos de gato” en la trasandina. La vía entre Tinaco y Tinaquillo estaba trancada por protestas. Seguimos a ciegas a los vehículos por los caminos verdes.

Existe un exceso descoordinado de puntos de control, sobre todo en Portuguesa, en manos de la Policía, Transito y la Guardia Nacional. Nadie está a salvo. A mí me pidieron con descaro una colaboración para el hielo y frescos, QUE RE-FRESCOS.

La Venezuela de HOY:

Colas multitudinarias en Valencia, Campo Carabobo y San Carlos en los establecimientos de comidas y medicinas. Nada diferente a la ciudad capital. Las areperas socialistas cerradas.

Estaciones de Gasolina cerradas en la autopista José Antonio Páez. No dejen que el tanque baje de medio. Pocas ofertas entre San Carlos y Barinas.

La Autoridad: Existe un desafío descarado ante la autoridad (ANOMIA). Motos con cuatro personas, incluyendo infantes. Motorizados sin casco. Motorizados transportando bombonas de gas.

Vialidad: De regreso nos atrapo un carro nodriza en la autopista. Tendría mucho mayor sentido en vías de un solo canal, donde la imprudencia de adelantar puede tener desenlaces fatales.

Muchos puntos móviles sin movilidad. Policías, Guardias Nacionales  a pie, sin radio pero con fusiles. No le veo mayor sentido. No están donde hacen falta. Sobran donde están. Ante una tranca la gente se come el canal, y adelanta por el hombrillo. Es una conducta anticipable, sin una respuesta adecuada.

Lo insólito… Al regreso.  Una demora de una hora antes de llegar a Campo Carabobo por una carroza fúnebre sin aliento, custodiada por motorizados. Controladores de velocidad, en los puntos de control donde el carro se detiene. ¿Qué sentido tiene?