Sasha…en tu memoria … hoy y por SIEMPRE

Como buena persa, llenaste la gAtonera desde tus primeros pasos, con tu aristocrática presencia. Siempre te hiciste sentir, siempre te dejaste querer … a tu manera; como digna felina. Imposible sentirnos amos. Fuimos compañeros del mismo inquilinato y del mismo disfrute.

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Cada vez que volvíamos al hogar, tus maullidos nos recibían.

Ante mi presencia te arrastrabas como “Himalaya”; buscando una caricia de lomo, de arriba hacia abajo y sin tocar la cola.

Eso lo aprendí luego de varios zarpazos y “bufidos”. Además había zonas que siempre permanecieron PROHIBIDAS…

”Con mi barriga no te metas.”

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en tu memoria

Tus tremenduras siempre tenían nombre y apellido. No había día que no cazaras las pantorrillas desnudas de tu “progenitora” y alcahueta con causa; a pesar de sus certeros almohadazos.

Paseabas tu hermoso pelaje en los lugares más recónditos, y nos retabas descaradamente caminando entre adornos y la mesa servida.

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Dormías donde te daba la real gana. Imposible olvidar el día que desapareciste, y te encontré dentro de mi gaveta de ropa interior sobre mis cK.

Creo que nadie en la historia había utilizado un cepillo para remover pelaje de prendas íntimas. Ese día nos enteramos que al igual que “Houdini” conocías las ranuras que nadie ve.

en tu memoria

 Nunca olvidaré tu penúltima travesura.

Decidiste ser parte del nacimiento, ahogando al Niño Jesús en una siesta sin fin.

Mi cámara no te perdonó. Gracias a DIOS.

La llegada a la gAtonera Escampada te azoró.

Hiciste malas pulgas con Leo. Tu joven vecino de mirada azul y pelaje blanco.

Lucía un buen partido, pero hasta lo retaste desde su propia jardinera; haciendo los malabares que eventualmente sellaron tu destino.

en tu memoria

 

Te criamos en un ambiente de completa libertad, y abusaste de ella así como de tus 7 vidas.

Un día lluvioso y gris como NUNCA (12/12/13), y probablemente unas garras recortadas te hicieron perder el equilibrio.

Tenías escasos tres años y ya habías marcado nuestras vidas, y nuestra cotidianeidad. Tuviste la fuerza y el coraje de llamarnos a maullido sentido. Y hasta de levantarte.

No fue la primera vez que el vacío se apoderaba de TI. Lo hiciste desde Atalaya, pero corriste con mejor suerte.

Desafortunadamente para TODOS, no aprendiste del susto.

Hasta para TI, mi gAtita Voladora resultó imposible sobrevivir al impacto.

A diferencia de los GRANDES Deportistas, tu “nombre” no será retirado. En tu honor las gAtitas por venir siempre serán Sashas.

en tu mermoria

Sasha (la actual)

Las mascotas son FAMILIA, y es por ello que desde anoche tengo un zumbido recurrente: la melodía (“Tears in Heaven”) que Eric Clapton le compuso a su pequeño hijo que murió en circunstancias similares. En nuestro caso no hay esperanza de reencuentro, solo la mezcolanza de lágrimas terrenales con una eternidad de recuerdos felices.

A pesar de mi voluntad póstuma de volver a la tierra en cenizas, quisimos reservarte un espacio en la tierra.

Qué mejor lugar que “La Gonzalera”, entre un durazno de tu inolvidable Jarillo, un cacao de Barlovento y los cuidados de Olinda.

Dos coquetas te cubren, y nos aseguraremos que siempre te cubran flores. Palabra de gAt…

 

sasha sofia

gAt