Eroticuras II

Esta mañana te vi…nos vi…en mi divagar buscando experiencias.

Una pareja sugerida…fundida en piedra.

Obra de gran volumen y belleza multiangular.

Cada cardinalidad revela una fusión diferente.

Te la demostrare cuando nos reencontremos, luego de amarte artísticamente…

y con el riesgo consciente de que el calor nos amalgame en una sola pieza.

Feliz de haberte conocido y sobre todo de este compartir tan enriquecedor y placentero.

 

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Búscame con desesperación, aun cuando siempre estoy….

Aférrate a mí, aun cuando nunca te suelto.

Pídeme que te acaricie, aun cuando no dejo de recorrerte.

Devuélveme tus labios, aun cuando no se han marchado.

 

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Arribé navegando en un canal de tristezas.

Entre océanos; entre muros, con un dolor contenido.

Ya se desvaneció…

Nos reencontraremos en un dulce beso, «Cortez” y conquistador,

aspaviento de nuestra consabida pasión.

Te amo…desde cualquier lugar…desde todos.

 

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Este inmigrante radiante sueña con tus detalles cálidos e hirvientes.

Envueltos en cuero rosa y negro.

Perfumados de Chanel y almizcle felino.

La vista se mece entre velas,

el olfato se transporta en una alfombra de incienso,

el gusto busca los sabores del mar y las burbujas espirituosas.

Todo es un destello…

ya estoy dentro de tus labios,

fundido, agitado, meciéndonos.

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Durante seis horas…

Volví a abrazar tu sueño…mi sueño.

No me perdí un latido…éramos un solo abrazo.

Un ensamble perfecto.

Tú la locomotora, yo de seguido.

Tu respiración era tan próxima que mecía mis pestañas.

El perfume de tu cuerpo era mi atmosfera…

Te inhale suavemente…sin perturbarte.

Busque tu cuello, tus lóbulos, tus escalofríos.

Humedecí con besitos cada hebra de tu cabellera.

Te llevo en mis labios.

Ya despierto…y sigo soñando.